LA BOTICA DE MIGUEL MARTINEZ, BIENVENIDOS AL CIRCO DEL IGSS, Y LOS RECUERDOS QUE GIAMMATEI Y NOS DEJÓ
¡Ah, el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS)! Ese mágico lugar donde los grandes y millonarios negocios florecen bajo la brillante supervisión del autoproclamado «Jefe de Jefes» del gobierno de Alejandro Giammattei. ¡Qué espectáculo! Las autoridades designadas respondían fielmente a Martínez, asegurando que solo los proveedores de medicinas “debidamente apalabrados” participaran en esta fiesta de corrupción.
Claro, cuando se monta un sistema tan bien engrasado como el del Banco de los Trabajadores, no podemos esperar que el gobierno actual simplemente lo desmonte. ¡Eso sería demasiado fácil! No, no, mejor dejamos que las prácticas corruptas continúen en entidades autónomas que gozan de tanta libertad para hacer y deshacer a su antojo.
Y hablando de compras jugosas, hablemos de La Botica, esa empresa querida de Martínez. A pesar de los cambios de gobierno, sigue siendo la niña mimada del IGSS. ¡Qué sorpresa! Y no nos olvidemos de Aviv Farmacéutica, que se convirtió en proveedor exclusivo de Remdesivir. ¿Qué mérito tan grande habrá tenido para ganar ese puesto? Ah, sí, estar vinculada a La Botica. ¡Felicidades por ese ascenso, Leslie Samayoa! Ser nombrada Viceministra de Salud es el premio perfecto por tan noble labor.
Pero eso no es todo. Los movimientos «sospechosos» en las cuentas de La Botica podrían llamar la atención del Ministerio Público. Aunque, seamos realistas, ¿quién tiene tiempo para investigar a los amigos? La estructura de impunidad no solo protege a los corruptos, sino que les permite seguir operando con la misma eficiencia de siempre. ¡Bravo!
¿Hay esperanza para Guatemala de salir de este laberinto de corrupción? Bueno, si creemos en cuentos de hadas, quizás sí. Pero en la realidad, si destituyen a un corrupto, seguro habrá tres más listos para tomar su lugar. Y ni hablemos del IGSS en general: largas horas de espera, personal encantador haciendo caras, y equipos médicos de primera clase acumulando polvo. ¡Qué maravilla!
Así que, queridos ciudadanos, disfruten del espectáculo. Porque en el circo del IGSS, la corrupción nunca duerme y la piñata sigue repartiendo dulces para todos sus operadores y protectores. ¡Aplausos!
