UMIAL TINIMIT RE XELAJUJ NO’J: UNA CELEBRACIÓN DE MÁS DE 80 AÑOS DE HISTORIA
Esta celebración tiene más de 80 años de realizarse en la ciudad altense. Sus orígenes se remontan a 1934, cuando un grupo de jóvenes tuvo la iniciativa de elegir a una digna representante del pueblo indígena, con el objetivo de exaltar y conservar la cultura maya k’iche’. La idea del proyecto consistió en buscar una forma de fortalecer su cultura y rescatar la identidad del pueblo, así como unir a la juventud a través de la riqueza ancestral.
Inicialmente, el evento fue conocido como Cotzij de Xelajú o Flor de Xelajú. Este nombre simbolizaba la belleza y el esplendor de la cultura indígena.
DE REINA A HIJA DEL PUEBLO
En 1951, el título con el que se nombraba a la ganadora pasó de ser Flor de Xelajú a Reina Indígena de Xelajú. Posteriormente, en 1979, el título se modificó nuevamente a «La Hija del Pueblo», con Aura Leticia Canastuj Coyoy siendo la primera ganadora bajo este nuevo nombramiento. La traducción al español de Umial Tinimit Re Xelajuj No’j es precisamente «La Hija del Pueblo de Xelajú».
La primera reina de este evento, celebrado el 9 de septiembre de 1934, fue Rosa de Paz Chajchalac. Desde entonces, la celebración ha evolucionado y se ha convertido en una importante tradición que fortalece la identidad cultural del pueblo k’iche’.
DECLARACIÓN COMO PATRIMONIO CULTURAL
El 18 de octubre de 2011, el evento fue declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Nación por medio del Acuerdo Ministerial 1044-2011. Este reconocimiento subraya la importancia y el valor cultural de la celebración, asegurando su preservación y continuidad para futuras generaciones.
UNA TRADICIÓN QUE UNE A LA COMUNIDAD
La elección de Umial Tinimit Re Xelajuj No’j es más que un certamen de belleza; es una manifestación cultural que celebra la historia, las tradiciones y la riqueza del pueblo maya k’iche’. La festividad no solo une a la comunidad en torno a sus raíces ancestrales, sino que también promueve el orgullo y la identidad cultural entre los jóvenes.
Con cada edición, la celebración de Umial Tinimit Re Xelajuj No’j reafirma el compromiso de Quetzaltenango de preservar y honrar sus tradiciones, al tiempo que inspira a nuevas generaciones a valorar y continuar con este legado cultural.
