La Guardia Civil concluye que los pagos a Negreira no están justificados. El informe que culmina las conclusiones de la Guardia Civil afirma que los pagos a Negreira no tienen como finalidad la realización de ‘asesoramientos’ en materia arbitral. La mujer de Negreira también será investigada por ingresos irregulares.
La Guardia Civil ha publicado las conclusiones que culminan la investigación del ‘Caso Negreira’. En este informe de 170 páginas se ha concluido que “no ha quedado acreditado que los pagos efectuados por el Fútbol Club Barcelona a empresas vinculadas a José María Enríquez Negreira y a Javier Enríquez, en el período correspondiente entre 2001 y 2018, tuvieran como finalidad la realización de unos supuestos ‘asesoramientos’ en materia arbitral”. Es decir, que la Guardia Civil afirma que estos pagos, que superaron los 7’5 millones de euros, no fueron realizados para la obtención de informes arbitrales, tal y como apuntaba el club blaugrana.
El Barça realizó, durante 17 años, pagos a empresas de José María Enríquez Negreira mientras este ejercía como vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Casualmente (o no), estos pagos finalizaron en 2018, justamente cuando Enríquez Negreira fue cesado de su cargo en el CTA. La fuerza y presencia de Negreira en el comité era más que notable. Estaba en el día a día de los árbitros participando activamente en las distintas reuniones y en las convocatorias arbitrales para los partidos semanales. Además, era el encargado de comunicar a los colegiados los ascensos y descensos al final de cada temporada. No hay que pasar por alto que el exvicepresidente de los árbitros metió a su hijo (Javier Enríquez Romero) en el staff del CTA. Enríquez Romero también recibió pagos por parte del club. Esto demuestra que Negreira no era un cualquiera y que el pago, directo o indirecto, a su persona (o su hijo) podía llegar a influir en ciertas decisiones.
La Guardia Civil ha destacado también un interrogatorio al exentrenador culé Ernesto Valverde, que dirigió al equipo en años que coincidían con los pagos a Negreira. El actual técnico del Athletic afirmó que Javier Enríquez Romero, hijo de José María Enríquez Negreria, presentaba informes al club, pero que estos nunca se pusieron a su disposición. Curioso cuanto menos. Además, el informe destaca que Enríquez Negreira (padre) cobró cantidades sin presentar ningún tipo de informes (o no se han encontrado). Otro de los temas destacados en el informe era el del pago por la neutralidad arbitral: “que el FCB pagara al vicepresidente del CTA para garantizar que las decisiones de dicho estamento fueran neutrales”. Esta intencionalidad choca directamente con los intereses del CTA, que ya de por sí debe garantizar la neutralidad por el bien de la competición. La Fiscalía no entiende estos pagos y afirma que “no quedaría justificada una transacción económica con origen en un club … para precisamente garantizar la mencionada neutralidad”. Da que pensar. La Guardia Civil ha confirmado, también, que “los ingresos recibidos en las cuentas bancarias de las empresas controladas por Enríquez eran extraídos en efectivo mediante cheques al portador”, y, pese a lo que puede parecer, se desconoce el destino final de los fondos, tal y como apunta el informe. La duda está en si estos cheques eran destinados en pagos a terceros (séase ciertos árbitros los beneficiados, para ayudar al FCB en materia de arbitrajes).
Por si fuera poco, todo esto no acaba aquí. El Instituto Armado ha hecho público que Ana Paula Rufas, mujer de a José María Enríquez Negreira, ingresó cerca de 3 millones de euros durante la época que su marido tenía cargo en el CTA. Estos pagos que recibió Ana Paula, calificados como “injustificados”, por el momento tienen origen desconocido y se abrirá una investigación para descubrir el origen de esos ingresos. El instituto matiza que “se observa que las transacciones mostradas presentan características que podrían considerarse atípicas por no corresponder a sus ingresos por el desarrollo de su actividad profesional”, de ahí el motivo de la investigación. Con esto se abre un nuevo capítulo de este gran culebrón que salpica al Barça, que, pese a todo, sigue sosteniendo que los pagos eran por ‘scouting arbitral’.