El Cine Cadore de Quetzaltenango, inicialmente conocido como Teatro Zarco, tiene una rica historia. Fue construido en 1919 por Benjamín Zarco, un promotor de las artes escénicas en la región. Este teatro fue muy popular entre las familias europeas residentes en Quetzaltenango. Con el tiempo, sin embargo, el teatro comenzó a decaer, y la hija de Zarco, Trinidad Zarco Enriquez, vendió la propiedad a Juan Clani. Tras la muerte de Clani, sus herederos decidieron demoler el teatro para construir el Cine Cadore, que se enfocaba en la proyección de películas mexicana.
El Cine Cadore, en su época de apogeo, proyectaba películas con cámaras especiales, atrayendo a muchos cinéfilos locales. Con el tiempo, el cine se dividió: la parte superior del edificio siguió funcionando como cine, mientras que la parte inferior se convirtió en un supermercado. Posteriormente, el cine cerró por completo y el edificio fue ocupado por una un grupo de brasileños. El supermercado se trasladó a la zona 3 y el espacio del cine fue ocupado por otro supermercado, y luego por un negocio de electrodomésticos que actualmente se encuentra ahí.
Esta historia muestra la evolución de un importante centro cultural de Quetzaltenango, reflejando los cambios sociales y económicos en la ciudad a lo largo de las décadas.
