Con la prohibición de X, Brasil se suma a dictaduras como la de Irán, Rusia, o China. Varios regímenes autoritarios han bloqueado a redes sociales como X debido a su capacidad para difundir información.
El gobierno socialista de Lula da Silva ha iniciado el bloqueo de la red social X, propiedad de Elon Musk, desde la madrugada de este sábado, haciéndola inaccesible a través de internet y aplicaciones móviles. Esta medida se produjo después de que el multimillonario se negara a darle información privada de usuarios a la dictadura brasileña y rechace el pedido de censura a opositores.
Este bloqueo agrava una batalla que lleva varios meses entre Musk y un juez del Supremo Tribunal Federal, aliado de Lula, sobre temas relacionados con la libertad de expresión, cuentas de usuarios de derecha y «desinformación». El autoritario juez Alexandre de Moraes dictó la orden de prohibición el viernes pasado.
Para implementar el bloqueo, el regulador de telecomunicaciones de Brasil, Anatel, instruyó a los proveedores de internet que suspendieran el acceso a la plataforma. Los principales operadores, bajo las amenazas de la dictadura brasileña, comenzaron a cumplir con esta directiva.
A lo largo de los años, varios países con regímenes autoritarios han bloqueado temporalmente redes sociales como X debido a su capacidad para difundir todo tipo de información, especialmente sobre protestas políticas. Ejemplos incluyen Egipto durante la Primavera Árabe en 2011, Turquía en 2014 y 2023, y Uzbekistán antes y después de las elecciones presidenciales de 2021.
China
Twitter (el antiguo nombre de X) era poco conocido globalmente cuando China lo prohibió en junio de 2009, justo antes del 20º aniversario de la represión y muertes por parte de la dictadura china en las manifestaciones pro-democracia en la plaza de Tiananmén. Los chinos se adaptaron utilizando Weibo y WeChat en lugar de Twitter.
Rusia
Moscú comenzó a restringir el acceso a Twitter mediante ralentizaciones en 2021, alegando la difusión de «contenidos ilegales». El bloqueo formal se impuso en marzo de 2022, justo después del inicio de la invasión rusa en Ucrania. Sin embargo, muchos rusos siguen accediendo a X a través de servicios de VPN.
Irán
Luego de las protestas por las elecciones presidenciales de junio de 2009, el acceso a Twitter fue prohibido y la restricción sigue vigente 15 años después. Sin embargo, mediante VPNs, Twitter ha sido usado para difundir información sobre las protestas contra la represión de las mujeres a finales de 2022.
Corea del Norte
Tras abrir una cuenta en Twitter en 2010, Corea del Norte bloqueó la aplicación en abril de 2016, junto con Facebook, YouTube y otros sitios web relacionados con apuestas y pornografía. El acceso a internet está estrictamente controlado por el régimen comunista, reservado solo para unos pocos funcionarios.
Turkmenistán
A principios de la década de 2010, Turkmenistán comenzó a bloquear Twitter y muchos otros servicios y sitios web extranjeros. La navegación por internet está controlada por la empresa estatal TurkmenTelecom y es vigilada por las autoridades.
Myanmar
Desde febrero de 2021, Twitter está bloqueado en Myanmar debido a las protestas contra el golpe militar que derrocó al gobierno civil de Aung San Suu Kyi. La junta militar en el poder ha mantenido un firme control sobre internet desde entonces.
Pakistán
La plataforma X ha estado prohibida desde las elecciones legislativas de febrero de 2024. El gobierno pakistaní, apoyado por el ejército, justifica la prohibición por «razones de seguridad», dado que X había sido usado para difundir acusaciones de fraude en perjuicio del partido de oposición liderado por el ex primer ministro Imran Khan, actualmente en prisión.
Venezuela
El dictador narco-comunista Nicolás Maduro, que fue «reelecto» bajo el fraude electoral en julio, ordenó el 9 de agosto la suspensión de X durante diez días en medio de protestas en contra de su régimen en todo el país. Aunque el plazo de diez días ha expirado, la prohibición sigue vigente.
Brasil
La corrupta justicia brasileña bloqueó X, específicamente un juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, aliado de Lula. Cualquier usuario que intente acceder a la plataforma mediante VPN se enfrentan a una multa diaria de 50.000 reales (aproximadamente 9.000 dólares).
