Por fin llegó el dia, pero no necesariamente el final, de las elecciones nacionales, con el empate técnico entre los dos candidatos presidenciales más cerrado en décadas, y con el control de ambas cámaras también en disputa, en lo que ambos bandos de este aún duopolio político aseguran que el destino y existencia de la democracia misma está en juego.
Trump realizó mítines en Carolina del Norte, Pensilvania y Michigan, los cuales están entre los 7 estados claves que determinarán la elección nacional, donde reiteró sus ataques contra su contrincante de “bajo IQ”, sus advertencias sobre los jóvenes transgénero, y denunciando la “invasión” de inmigrantes y amenazando a México si no hace lo que él desea para frenar el flujo migratorio.
Por su parte, la candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, dedicó todo este último dia a eventos para impulsar el voto en el estado clave de Pensilvania, el cual tiene que ganar para consolidar un triunfo a nivel nacional. Ahí fue acompañada por más estrellas, incluyendo a Oprah Winfrey, Lady Gaga y Katy Perry. Todo el enfoque final es impulsar la participación, con su campaña informando que 90 mil voluntarios de su campaña tocaron más de 3 millones de puertas en los siete estados claves el pasado fin de semana.
Ambas campañas tienen la intención de continuar animando el voto de sus bases en las últimas horas de la contienda.
Si en algo Estados Unidos supera al resto del mundo en una elección es la inundación de información y análisis electoral a tal nivel que no hay un solo detalle que no sea incorporado a intensos análisis, modelos y sondeos. Pero 24 horas antes de la elección, la conclusión es que no se sabe quién ganará, ni cómo, ni cuándo se sabrá.
En un indicio del clima de temor por posible violencia durante o después de la elección, negocios cercanos a la Casa Blanca han colocado barreras de madera sobre sus vitrinas.
La policía local dice que no tiene información confiable de que brotará la violencia, pero dada la experiencia después de las elecciones de 2020, los comerciantes se están preparando.
Entre lo que sí se sabe por ahora es que la participación, o no, de ciertos sectores será determinante tanto para el concurso presidencial como el legislativo. Observadores de la elección estarán examinando en particular la participación de estos sectores:
Mujeres. Harris, en las encuestas, tiene un amplio margen de ventaja con mujeres, y no solo porque podría ser la primera mujer presidenta de Estados Unidos, sino también porque el tema de los derechos reproductivos están al centro de su mensaje, y es uno de los flancos más débiles de la campaña de Trump y su partido. Harris goza de una ventaja de 11 puntos contra Trump entre mujeres con intención de votar; Trump goza de una ventaja de 5 puntos entre los hombres, según el sondeo final antes de la elección de ABC News/Ipsos. Expertos coinciden en que las mujeres podrían ser el factor más determinante en esta contienda y la votación anticipada o temprana de las mujeres ya supera por 10 puntos la de los hombres. Algunas líderes de este movimiento proclaman que “las mujeres salvaremos esta democracia”.
Latinos. Los poco más de 36 millones de latinos con derecho al voto en Estados Unidos podrían ser determinantes no sólo en los dos estados claves de suroeste, Nevada y Arizona, sino también en otros estados bisagra como Pensilvania y Georgia, particularmente si los márgenes siguen tan cerrados como se pronostica. Una tendencia preocupante para Harris son indicacios de un deterioro en el apoyo de este sector para los demócratas. La última encuesta del New York Times/Siena registró un 52 por ciento de
apoyo para Harris entre latinos frente a un sorprendente 42 por ciento para Trump; hace cuatro años el demócrata Joe Biden ganó con más del 60 por ciento de apoyo latino. Pero el nivel de su participación definirá, como fue el caso en Nevada y Georgia hace cuatro años, que los latinos fueron claves en derrotar a Trump.
Juventud. Los jóvenes históricamente participan menos que otros segmentos del electorado por varias razones, pero como demostró su elevada participación en las campañas de Bernie Sanders -el precandidato demócrata más viejo y con el mayor apoyo de los jovenes en 2016 y antes la primera campaña de Barack Obama-, mucho depende del candidato y su mensaje. Una encuesta de la Universidad de Harvard este otoño mostró que entre los jóvenes de 18 a 29 años edad, Harris gozaba de una ventaja de 31 puntos sobre Trump entre estos votantes probables (64 a 32 por ciento). Pero las posturas de la demócrata y su gobierno sobre la guerra de Israel contra los palestinos y un giro más conservador en temas como el medio ambiente, el control de armas de fuego y la migración, han nutrido el desencanto e ira entre este sector, lo cual podría deprimir su participación. La amplia mayoría de los jóvenes no votará por Trump, pero podrían sencillamente no votar y con ello dañar las esperanzas de Harris en todos los 7 estados claves.
Trabajadores. Casi todos los líderes sindicales nacionales apoyan a Harris, pero reconocen que muchos de los agremiados en los sindicatos industriales estarán votando por el multimillonario Trump. Los Teamsters, choferes de camiones, es uno de los pocos sindicatos nacionales que no endosó a Harris, señalando que casi un 60 por ciento de sus miembros apoya a Trump. No obstante, el voto de los sindicalistas en Nevada, Michigan, Pensilvania y Georgia serán esenciales para Harris.
Las casillas abren en la mayoría de los estados a las 6 de la mañana hora local este martes. Una de los pocas variables que estarán disponibles durante el día será el nivel de participación, y los analistas aquí están observando eso en los estados claves de Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Arizona y Nevada.
En la elección presidencial de 2020, aproximadamente dos tercios del electorado emitieron sus votos, el nivel más alto desde 1900, pero no se espera que sea tan alto esta vez. Mucho dependerá de que segmentos del electorado deciden participar para determinar quién podría tener la ventaja.
El sistema de votación para presidente: el Colegio Electoral
No hay voto directo para presidente, sino cada uno de los 50 estados realiza una elección con sus propias reglas y bajo supervisión estatal, no federal, en un sistema en donde el candidato presidencial que recibe la mayoría del voto popular no necesariamente gana la Casa Blanca, algo que ya ha ocurrido dos veces en este siglo.
Después de que cada estado cuenta los votos, al ganador de la mayoría de cada estado se le otorgan todos los votos que le corresponden a ese estado en el llamado Colegio Electoral (hay unas pocas excepciones).El total de los 538 votos del Colegio Electoral se divide entre todos los estados de manera proporcional con la población de cada entidad. El candidato/a que acumule 270 votos del colegio electoral al ganar una combinación de elecciones estatales será el próximo/a presidente/a.
Para todos menos 7 estados, los encuestadores y analistas acuerdan que los ganadores en esos estados ya están determinados (por su historia y demografía electoral). Bajo estas suposiciones, el consenso es que Harris arranca con 19 estados en su columna que le darán un total de 226 de los 270 votos electorales que necesita. Trump empieza con 24 estados en donde la mayoría votará por él, ofreciendo 219 votos electorales. Vale señalar que si cualquiera de los dos pierde en un estado donde se pensaba que ganaría cambia el mapa electoral y sería un indicio preocupante para ese candidato.
Al final, Harris y Trump están batallando para ganar una combinación suficiente de los 7 estados no definidos y por lo tanto considerados claves, para obtener o superar los 270 votos electorales que requiere para ganar la presidencia. El número de votos electorales de los 7 son: Pensilvania (19), Carolina del Norte (16), Georgia (16), Michigan (15), Arizona (11), Wisconsin (10) y Nevada (6).
¿Cuándo se sabrá quién ganó?
Por los márgenes tan cerrados que los sondeos pronostican en la contienda tanto a nivel nacional como en los estados claves, no necesariamente se sabrá cuando concluya la noche de las elecciones, y no se puede descartar que sería hasta el sábado o incluso varias semanas, sobre todo si las disputas por los resultados en uno o varios estados se presentan ante tribunales – como ocurrió en 2000 en la contienda entre Al Gore Y George W. Bush donde el caso llego hasta la Suprema Corte que decidió el ganador de la elección pero no hasta diciembre.
El conteo del voto en algunos estados también es lento. Además, más de 75 millones ya emitieron su voto anticipado y algunos estados claves, como Pensilvania y Wisconsin, las autoridades electorales no pueden iniciar el conteo de ese voto hasta el mismo día de las elecciones.
En Pensilvania, por ejemplo, casi 1.8 millones votaron antes del día de las elecciones, pero el conteo de ese voto iniciará mientras las autoridades también están administrando el proceso electoral del martes.
Una vez que cierran las casillas, las primeras indicaciones de los resultados posibles podrían brotar de las encuestas a boca de urna. Pero los resultados finales se tardarán más, y como fue el caso en la elección anterior, no se dieron a conocer los resultados de varios estados claves durante días.
Los primeros resultados empezarán a reportarse alrededor de las 17 horas -hora de México- cuando cierren las primeras casillas en Kentucky e Indiana, pero esos dos serían solo significativos si Trump pierde en unos de ellos ya que son considerados seguros para los republicanos -un factor que podría cambiar ese pronóstico es por el tema del derecho al aborto. Los otros resultados en estados claves solo empezarán a conocerse a la hora del cierre de casillas, y aunque los oficiales tardarán en muchos casos, la agencia Associated Press y otros de los medios nacionales estarán emitiendo los resultados de encuestas a boca de casilla y proyecciones lo más pronto posible. Las horas de cierre y el inicio de espera de resultados son los siguientes, todos hora de México:
Georgia 18 horas, las autoridades tienen hasta las 22 horas con 59 minutos para reportar los resultados iniciales, se podrían detectar tendencias más temprano. Vale recordar que el candidato demócrata ganó sólo por unos 11 mil 700 votos.
Carolina del Norte 18:30. Estado que hasta recientemente se consideraba republicano, Trump ganó por solo 3 puntos en 2016 y un solo punto en 2020. Harris ha invertido mucho tiempo ahí. Si las primeras indicaciones son en contra de Trump en esa entidad, sería una de las primeras señales de una posible derrota nacional.
Ohio 18:30. Aunque no está entre los considerados como estados bisagra, podría haber una sorpresa bien recibida ahí para Harris.
Pensilvania 19 horas: los resultados oficiales podrían tardar, incluso no estar disponibles hasta el siguiente día o mas. Pero las encuestas a boca de casillas y en nivel de participación en las zonas urbanas que favorecen a Harris en relación con la participación en zonas rurales que prefieren a Trump, ofrecerán algunas indicaciones de quién está ganando este estado esencial para un triunfo de los demócratas. Un triunfo de Trump sería un primer indicacio de que podría regresar a la Casa Blanca.
Wisconsin y Michigan 20 horas. Los resultados en Michigan podrían ser reportados rápidamente ya que el voto anticipado ya estará contado bajo las reglas de ese estado. Wisconsin solo permite el inicio del conteo de los votos anticipados el mismo día de las elecciones y por lo tanto podría tardar. Estos son estados importantes para Harris ya que el camino más fácil a la victoria nacional es ganar Pensilvania, Wisconsin y Michigan -aun si pierde en todos los otros 7 estados clave. Pero por lo mismo, un triunfo de Trump en cualquiera de estos tres estados sería mala noticia para Harris, de lo cual sólo se puede salvar si prospera en Georgia, Arizona o Nevada. Trump derrotó a Hillary Clinton en 2016 al ganar Michigan, Wisconsin y Pensilvania (todos los cuales la demócrata suponía que ganaría).
Nevada, Arizona 21 horas. El poderoso sindicato de trabajadores de hoteles, mayoritariamente latino, ha logrado triunfos para los demócratas en Nevada, pero un triunfo de Trump podría indicar que los demócratas han perdido la lealtad de estos sindicalistas y la comunidad latina quienes votarían por el republicano por sus promesas económicas. La decisión de Fox News de proyectar como ganador a Biden en Arizona fue la mayor señal que Trump había sido derrotado en 2015. Una vez más, Trump necesita Arizona para una victoria.